sábado, 17 de noviembre de 2012
sábado, 3 de noviembre de 2012
ARTE ROMANICO
Hay que destacar que
la arquitectura es en el Románico lo más importante. La escultura y la pintura
no existen al margen de la religión y su lugar de destino es siempre el templo,
la iglesia o el monasterio. La escultura y la pintura se supeditan a ornamentar
el edificio románico. El arte románico en general es muy geométrico, emplea
formas simples, rotundas, que indican una vuelta a la sensibilidad primitiva y
rural. Esa ruralización de formas que vimos al final del Imperio Romano la
retomamos ahora. El Románico es un arte rural, de campo, lejos de los
refinamientos cortesanos y de la sensibilidad urbana. Se busca la pureza de
formas, líneas verticales y horizontales, arco sencillo, decoración tosca
y sencilla, composición simple de
volúmenes. En arquitectura la distribución de volúmenes y espacios es sencilla
y simbólica.
Nunca se realiza una
iglesia románica por el simple placer estético. Lo que prima es la exaltación
religiosa. Una iglesia no es tampoco una bella composición espacial sino una
ofrenda a Dios. La iglesia debe ser la plasmación del alma humana: la fachada
es lo que primero se ve, es el rostro del edificio y por eso debe ser
atractiva, pero el interior debe ser sencillo, fuerte, oscuro y recogido como
el alma cristiana. Se olvida el concepto del arte autónomo y se convierte en un
medio de alabanza a Dios.
El estilo románico
comulga perfectamente con la naturaleza. Es un estilo de campo y las pequeñas
ermitas, las pequeñas iglesias o los monasterios se localizan en lugares
elegidos por su fácil defensa (concepto de iglesia - fortaleza) pero también por su especial
belleza.
Por último, la
iconografía románica profunda no era comprendida por la gran masa de fieles. No
es un arte controlado por siervos o villanos. Los sistemas arquitectónicos están
en manos de los monjes al igual que toda la
precaria ciencia medieval. Sólo
ellos comprenden los complicados tratamientos simbólicos de fachadas y
capiteles. Al fiel sólo le llega el resultado iconográfico final de la obra: el
miedo, el castigo, la protección de la Iglesia pero no comprende la narración
de la historia.
No obstante, el
románico es un arte pedagógico y mediante la escultura y la pintura se pretende
educar al pueblo y someterlo, más por el temor a Dios que por la comprensión de
su mensaje. Por eso las fachadas románicas poseen a menudo monstruos y animales
mitológicos para asustar a las gentes, además de pasajes bíblicos sencillos
para educar a un pueblo analfabeto.
En el departamento de San Miguel, El Salvador en el municipio de Comacaran especificamente en el Hormiguero se encuentra la iglesia de nuestra señora de Guadalupe, en la cual podemos observar que su estructura es tipo romanica, las tierras en donde esta ubicada pertenecian al hacendado Emilio Gonzalez y fue tambien el quien dono el dinero para la construccion de la iglesia y Ermogenes Palacios el responsable de la construccion de la obra, la madera para la construccion fue traida de San Antonio Silva de San Miguel y la piedra fue llevada desde San Alejo, la Union, las campanas fueron traidas desde Italia y su construccion inicio en 1913 y finalizo en 1920.
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