jueves, 6 de diciembre de 2012

SERA CHINA LA PRIMER PONTENCIA DEL MUNDO EN UN FUTURO


En los últimos años el crecimiento  económico de China se ha caracterizado por ser elevado, mostrándose un incremento estable del PIB alrededor de un 8% como promedio anual desde 1997, con tasas que han superado el 9% desde 2003. Todo esto ha estado motivado principalmente por su expansión industrial y considerables exportaciones.
Entre los productos que China ha desarrollado con fuerza y que han impulsado su  crecimiento económico y comercial están los de alta tecnología y demanda en el mercado mundial, como son: semiconductores, automóviles y ordenadores personales. También ha desarrollado otros tipos de productos con una cuota elevada en el mercado internacional, logrando ser el primer fabricante mundial de artículos textiles (entre ellos, prendas de vestir), calzado, productos electrónicos de consumo (teléfonos celulares, reproductores de DVD, televisores, etc.), muebles y juguetes.
 Además, se han registrado grandes producciones de carbón, cobre, aluminio, acero y cemento, convirtiéndose esta nación asiática en el primer productor mundial en esos renglones.

China tiene un peso fundamental en la economía mundial y casi decisiva para el desarrollo de las demás economías, no solo como productor, sino también como consumidor a gran escala, pues  representa el 30% del consumo mundial de carbón, algodón, arroz  y acero, y entre un 15 y un 20% del consumo mundial de cobre, soja, trigo, aluminio y platino.
Es preciso tener en cuenta que uno de los factores externos que ha influido en la recuperación económica japonesa es el ciclo expansivo en que se encuentra la economía china. Gracias al impulso de su producción industrial, a la demanda de exportaciones y a las inversiones, la economía china creció a un ritmo fuerte del 9,1% en el 2003, el índice más alto desde 1997. Los exportadores japoneses respondieron al desafío aumentando sus embarques a China en un 33,2%, representando un monto de 62 900 millones de dólares entre 2002 y 2003. Las exportaciones niponas a China se han duplicado con creces desde el año 2000, aunque todavía solo representan la mitad del monto de las exportaciones a Estados Unidos.
En la actualidad, China superó a Estados Unidos en el consumo de un buen número de productos alimenticios, bienes de consumo y materias primas.
La renta per cápita de China se ha incrementado rápidamente, proporcionando un crecimiento de consumos de alimentos, energía, materias primas y bienes de consumo.  Al mismo tiempo, el aumento de la demanda interna ha obligado a incrementar las importaciones de grano, soja, hierro, aluminio, cobre, madera, algodón, platino, fosfatos,  potasio, petróleo, gas natural, entre otros. Las consecuencias del aumento de las importaciones  de materias primas han hecho que sus precios se incrementen en el mercado internacional.
En 2004 China importó alrededor del 40% del petróleo en el mercado mundial, convirtiéndose en el segundo consumidor de petróleo después de los Estados Unidos.
Este país también se ha transformado en un gran receptor de inversión directa extranjera, convirtiéndose, desde 2003, en el primer receptor mundial de dicha inversión. En cuanto a la acumulación de reservas en divisas, ha alcanzado un enorme volumen que supera su deuda externa total. En  julio de 2006 sus reservas en moneda extranjera era de 941 000 millones por encima de su deuda externa, que en fecha ascendía a 318 000 millones. Además, este país es un prestamista neto para el resto del mundo, con unos préstamos de 623 000 millones, sobre todo a Estados Unidos.

En 2006 una de las estrategias que está utilizando China para incrementar sus reservas internacionales es la compra de oro con sus reservas en divisas. Con esta operación diversifica sus inversiones, reduciendo riesgos financieros, ya que la caída del dólar y el aumento de los precios del petróleo van a favorecer el auge de los precios del oro en los mercados internacionales durante el segundo semestre de este año.  Asimismo, persigue reducir la cantidad de dólares en sus reservas de divisas, incrementando la proporción de divisas en otra moneda como el euro. Este país posee, además, una tasa de ahorro interno bastante alta, que alcanzó un 52% en 2005, lo que le permitió en ese mismo año financiar una tasa de inversión muy elevada de un 46%.
El proceso de transformación económica en china en los últimos 25 años supuso un alto crecimiento económico y un bajo desempleo por lo que han colocado al gigante asiático en el centro de la discusión mundial.

Un análisis detallado del proceso de reformas en china establece dudas respecto a la capacidad de china de mantener altas tasas de crecimiento en el mediano plazo. El proceso de apertura en China ha sido fundamentalmente gradual. De esta manera, se han evitado fuertes reasignaciones de recursos que eventualmente pueden traer costes en empleo y producto. Sin embargo, la gradualidad en las reformas no ha estado exenta de costes, especialmente fiscales en el sistema financiero.

Aun cuando la participación de las empresas estatales en la economía ha caído de manera considerable, estas todavía representan una fracción significativa del producto. Las insuficientes mejoras en productividad y eficiencia en las empresas estatales enfrentadas cada día a mayor competencia hacen que los costes asociados al proceso gradual de transformación comiencen poco a poco a crecer a una tasa mayor que los beneficios.
China en un futuro será o se convertirá en la primer potencia mundial dejando por debajo a Estados Unidos.


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