En
el libro de la biblia en Isaías Capitulo 45 dice:
1
«Así dice Jehová a su ungido,
A
Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha
para
sujetar naciones delante de él
y
desatar lomos de reyes;
para
abrir puertas delante de él,
puertas
que no se cerrarán.
2
Yo iré delante de ti
y
enderezaré los lugares torcidos;
quebrantaré
puertas de bronce
y
haré pedazos cerrojos de hierro.
3
Te daré los tesoros escondidos
y
los secretos muy guardados,
para
que sepas que yo soy Jehová,
el
Dios de Israel,
que
te pongo nombre.
4
Por amor de mi siervo Jacob,
de
Israel, mi escogido,
te
llamé por tu nombre;
te
puse un nombre insigne,
aunque
no me has conocido.
5
Yo soy Jehová y no hay ningún otro.
No
hay Dios fuera de mí.
Yo
te ceñiré,
aunque
tú no me has conocido,
6
para que se sepa
desde
el nacimiento del sol hasta donde se pone,
que
no hay más que yo.
Yo
soy Jehová, y no hay ningún otro."
Palabra
de Dios a Ciro, rey de los persa, pretendiente al poder universal, y quien para
la biblia tuvo el merito de haber devuelto a su país a los judíos desterrados.
Aquí Ciro es el “ungido de Jehová“que en hebreo se dice “Mesiah”, término que
la biblia reservaba para el sumo sacerdote o para el Rey heredero de las
promesas hechas a David. Se ha salido del estrecho marco de la comunidad
creyente: el hombre con quien cuenta Dios para realizar su plan es un
extranjero incircunciso, un impuro como se dirá más tarde en el mundo
Judío.
La historia confirma que Ciro siguió la estrategia que proféticamente
estableció Dios para conquistar a la antigua ciudad de Babilonia. Y luego, como
acabamos de leer el espíritu de Ciro fue "despertado por Jehová",
para que Ciro liberara a los israelitas y dio la orden de construir la Casa de
Dios en Jerusalén. Ciro es llamado "Ungido" o Mesías. Eso quiere
decir que es un personaje que es un Salvador, un Mesías.
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