Esta
aportación puramente maya a la historia de aquel pueblo abarca alrededor de
doce siglos de la era cristiana, y ciertamente pocos detalles históricos, como
nosotros los entendemos, han sobrevivido, las inscripciones jeroglíficas mayas
nos dan un fondo cronológico más exacto que el que puede encontrarse en otro
lugar de la América indígena.. La Historia de Chichén Itzá refleja un pasado
glorioso, propio de un centro ceremonial donde la mayor parte de la vida de una
civilización tomaba un curso decisivo
La ciudad de Chichén Itzá está ubicada
en el norte de la Península de Yucatán en México, cerca de la ciudad de
Valladolid. Es uno de los sitios más tardíos de la antigua civilización maya y
se desarrolló en distintas etapas, de las cuales quedan monumentales vestigios.
La zona presenta evidencias de influencia tolteca, tanto en el arte como la
arquitectura. Se considera que Chichén Itzá registró dos etapas de apogeo: la
primera entre el 600-900 d. C. cuando se construyeron edificios del estilo
Puuc, y la segunda a la llegada de los putunes, quienes emigraron de Campeche
en el siglo X.
Aquí también se encuentra el gran Cenote Sagrado en el que se han encontrado objetos de jade y cerámica e incluso esqueletos de seres humanos, especialmente de niños, que se ofrendaban al dios Chac.
La arquitectura de los mayas era tan característica como la griega, romana o gótica. Tiene variaciones locales; pero fundamentalmente es una naturaleza única.
En las construcciones monumentales de Chichén Itzá se puede apreciar la conjunción de los dos estilos mayas importantes: El Puuc y el Maya Tolteca. En cada uno de sus edificios podemos observar la finura de los rasgos, figuras delicadamente esculpidas y representativas de los más importantes patrones: Chaac y Kukulcán.
Están profusamente decorados y son símbolo de la grandeza de una cultura. El equinoccio, fenómeno arqueoastrónimo, es el momento en que la tierra es iluminada por el sol de igual forma en el hemisferio norte y en el sur. Al atardecer de los días 21 de marzo y 22 de septiembre, días del inicio de los equinoccios de primavera y otoño respectivamente, se observa en la escalera norte del Castillo de Chichén Itzá, una proyección solar serpentina, consistente en siete triángulos de luz, invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio, al ponerse el sol.
Chichén Itzá, ciudad de los Itzáes y en un principio
pequeño poblado formado por chozas llegó a ser una de sus más importantes
ciudades; se desconoce exactamente el por qué de su debacle, aunque se
relaciona con el surgimiento de Mayapán como centro de poder en la alta
península; se sabe, eso sí, que en determinado período, corto por cierto, las
clases poderosas abandonaron sus recintos y aún la historia no desea
confesarnos la verdad al respecto.
Hoy, Chichén Itzá es una de la nuevas 7 maravillas del
mundo y realmente lo refleja en su arquitectura y en su historia, motivo de
orgullo nacional.
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